viernes, 10 de junio de 2011

Metiches de la Aeronautica: NASA y el Vuelo 191 de Delta Airlines

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El 2 de agosto de 1985 el vuelo 191 de Delta Airlines un Lockheed L-1011 estaba en aproximación final a Dallas Forth Worth en Dallas, Texas,  el vuelo se estrelló en pleno aterrizaje, golpeando un tanque de agua cercano a la pista de aterrizaje 17L. 128 pasajeros y 8 miembros de la tripulación (incluidos los pilotos y el ingeniero de vuelo) murieron junto con un conductor en tierra, William Mayberry, que pasaba por el aeropuerto, sólo tres tripulantes de cabina y 24 pasajeros sobrevivieron al accidente.



En el trayecto al Aeropuerto Internacional de Dallas-Fort Worth, el vuelo 191 atravesó una tormenta eléctrica que se formó en Louisiana.

El capitán Connors reconoció la tormenta y tomó medidas para esquivarla y prevenir turbulencias en el vuelo. El mismo problema se presentó en el Aeropuerto Internacional de Dallas-Fort Worth, donde se formó otra tormenta aislada.

El capitán Connors y el primer oficial Price notaron la tormenta aislada por delante de ellos, pero decidieron atravesarla de todos modos, lo que trajo como consecuencia que el avión quedara atrapado en una microrráfaga.

A unos 460 m del suelo el primer oficial Price advierte al capitán Connors que vio rayos en la tormenta. A 240 m de altitud la velocidad del avión aceleró sin razón aparente; a pesar de que iba a aterrizar en 276 Km/h, su velocidad aumentó a 320 Km/h. El primer oficial Price trató de estabilizar la velocidad del avión bajando la palanca del acelerador, pero el capitán Connors reconoció el incremento de la velocidad del avión como signo de una microrráfaga, y advirtió al primer oficial Price: "Vas a perderla de golpe ¡ahí está!".

De inmediato la velocidad del avión pasó de 320 Km/h a 246 Km/h; el primer oficial Price empujó hacia adelante la palanca del acelerador, aumentando así la potencia de los motores, aún así la velocidad del avión cayó a 220 Km/h.

En la grabadora de voz en cabina (CVR) se escucha al capitán Connors decir: "Sostén a este malnacido". Además del repentino viento de cola, el avión experimentó también un descenso de más de 9,14 m por segundo; este descenso pudo revertirse en los momentos finales del vuelo.

Como el primer oficial Price luchó por mantener el control de la aeronave a través de la rápida evolución de las condiciones atmosféricas, fue alcanzado por una ráfaga repentina de viento haciendo descender el avión a la derecha, casi a punto de tocar el suelo.

Price intentó recuperar el control del avión para evitar que se estrelle contra un puesto de venta cercano a su ruta, pero los vientos de cola hicieron que el avión tocara el suelo; acto seguido levantó la nariz del avión con fuerza justo antes del impacto, cuando el capiptán Connors realiza la órden TOGA (Take Off - Go Around), mientras la tasa de descenso del avión bajaba a 3,48 m por segundo en el descenso inicial.

El vuelo 191 primero golpeó el suelo en un campo a 1921 m al norte del final de la pista 17L del aeropuerto y volvió a volar.

Mientras cruzaba la Autopista 114 de Dallas-Fort Worth, uno de los motores de las alas golpeó a un vehículo Toyota Celica, modelo 1971 al descender a la autopista, matando a su ocupante, William Mayberry.

También golpeó un poste de luz de la autopista con una de las alas, incendiando el depósito de combustible de la misma; luego derrapó en la pista de aterrizaje y chocó contra un tanque de agua cercano, estallando en llamas y partiéndose por la mitad.

La mayoría de los sobrevivientes se encontraba en la parte trasera del avión, todos los sobrevivientes fueron trasladados al Hospital Parkland Memorial.

Dos de los pasajeros que sobrevivieron inicialmente al accidente fallecieron al mes siguiente.

En tierra, un empleado de la aerolínea que ayudó en las labores de rescate fue hospitalizado luego de sentir dolores de pecho y en un brazo.



El accidente fue causado por microrráfagas, un fenómeno meteorológico que consiste en densas nubes de tormenta eléctrica y vientos de cola fuertes, que para 1985 ya había cobrado víctimas en accidentes similares a éste por ser difíciles de detectar con radares meteorológicos de tierra y de los aviones. Hoy en día este fenómeno es detectado con radares Doppler en tierra y a bordo de los aviones.


¿Como es que la NASA metió las Narices en el accidente?

Después de una larga investigación, la NTSB considera la causa del accidente como error del piloto, combinada con fenómenos meteorológicos extremos asociados con vientos de cola.

También se atribuyó al accidente la falta de dispositivos para detectar microrráfagas a bordo del avión, debido a que el radar del avión no detectó las microrráfagas sino las tormentas eléctricas.



Años después, en 1991, los investigadores de la NASA en el Centro de Investigaciones de Langley modificaron un Boeing 737-200 para hacer pruebas a bordo de este en vuelo. Se pusieron a prueba un radar meteorológico Doppler instalado en la nariz del avión, un dispositivo infrarrojo en los laterales y un dispositivo láser en el compartimiento de carga delantero; de estos dispositivos sólo el radar Doppler fue efectivo para la detección de microrráfagas. Como consecuencia este dispositivo se instaló en muchos aviones comerciales en Estados Unidos después de que la FAA ordenara que todos los aviones comerciales tuvieran sistemas de detección de microrráfagas a bordo con tal de que el accidente del vuelo 191 de Delta Airlines no se repita, este es un claro ejemplo sobre como la NASA hace variadas e imparables contribuciones a la aeronautica contal de beneficiar a la industria del transporte aereo..

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